David Martyn Lloyd-Jones
(1899-1981)
Gales es un lugar único en el mundo. Aun siendo parte de Gran Bretaña, los galeses se apresuran a dejar en claro que ellos no son ingleses, y lo enfatizan hablando en su propio idioma en lugar de decirlo en inglés.
Gales tiene una muy especial historia espiritual, pues ha experimentado grandes avivamientos, seguidos muchas veces de profundas depresiones espirituales.
La historia registra algunos galeses notables, como Christmas Evans, Daniel Rowland, William Williams, Howell Harris, Evan Roberts… y David Martyn Lloyd-Jones, nuestro biografiado.
Primeros pasos
David Martyn Lloyd-Jones nació el 20 de diciembre de 1899, cuando concluía el siglo XIX. Dios tenía un plan para este hijo de Henry y Magdalene Lloyd-Jones, para traer de nuevo los fuegos del avivamiento que Evans, Roberts y otros habían experimentado antes. Algunos han dicho que Charles Spurgeon fue el último puritano, pero el tiempo demostraría que deberían haber esperado oír al «Doctor» antes de hacer tal afirmación.
La vida del joven Martyn fue bastante tranquila hasta enero de 1910, cuando tenía 11 años. Hasta entonces su padre había sido un hombre de negocios bastante exitoso en su ciudad natal de Llangeitho. Pero aquel año ocurrió algo que cambiaría muchas cosas.
En la oscuridad de la noche estalló un fuego que casi costó las vidas de Martyn y sus hermanos, que dormían en la planta superior. Aunque la familia fue salvada, la mayor parte de los bienes familiares se perdieron. Henry nunca se recuperó totalmente del revés financiero. Casi por accidente, Martyn averiguó poco después cuán desesperada se había vuelto verdaderamente su situación.
Durante sus primeros años de escuela, él llevó esta carga en su corazón. Como resultado, se volvió muy serio para su edad, y muy decidido en tener éxito en su educación y en su vida. «Fue como si él se apartaba mucho de lo que es común a la juventud, y esto le hizo decir alguna vez: ‘Yo nunca tuve una adolescencia’», afirma Ian Murray. Aunque cálido de corazón, Lloyd-Jones siempre llevaría con él una reputación de austeridad y severidad.
Lloyd-Jones fue criado en el metodismo calvinista galés. El término «metodismo calvinista» puede parecer contradictorio, porque los metodistas son arminianos – que enfatizan el libre albedrío del hombre – y los calvinistas dan énfasis en la soberanía de Dios respecto a la salvación. De alguna manera, el metodismo calvinista de Gales buscó lo mejor de ambas posturas.
Entre 1914 y 1916, Lloyd-Jones fue a una escuela primaria de Londres, y luego estudió medicina. Hizo su práctica en el prestigioso Hospital de St. Bartholomew, y fue brillantemente exitoso. Aprobó sus exámenes tan tempranamente que tuvo que esperar para graduarse.
En 1921 comenzó a trabajar como asistente principal de Sir Thomas Horder, uno de los mejores médicos de esos días.
A la edad de 26 años, Martyn obtuvo su diploma de miembro del Colegio Médico y tenía una carrera brillante y lucrativa delante de él. Sin embargo, Dios tenía planes para que fuese médico de almas en lugar de cuerpos.
Conversión y llamamiento al ministerio
Poco a poco, a través de la lectura, su mente fue atraída por el evangelio de Cristo. No tuvo ninguna crisis dramática de conversión, pero llegó a un punto en que se comprometió completamente con el evangelio.
Después de eso, cuando se sentaba en el consultorio, escuchando los síntomas de sus pacientes, comprendió que aquello que muchos de ellos necesitaban no era la medicina ordinaria, sino el evangelio que él había descubierto para sí mismo. Él podría ocuparse de los síntomas, pero la preocupación, la tensión, las obsesiones, sólo podrían ser tratadas por el poder de la conversión. Él sentía cada vez más que la mejor forma de usar su vida y talentos era predicando ese evangelio.
Gales tiene una muy especial historia espiritual, pues ha experimentado grandes avivamientos, seguidos muchas veces de profundas depresiones espirituales.
La historia registra algunos galeses notables, como Christmas Evans, Daniel Rowland, William Williams, Howell Harris, Evan Roberts… y David Martyn Lloyd-Jones, nuestro biografiado.
Primeros pasos
David Martyn Lloyd-Jones nació el 20 de diciembre de 1899, cuando concluía el siglo XIX. Dios tenía un plan para este hijo de Henry y Magdalene Lloyd-Jones, para traer de nuevo los fuegos del avivamiento que Evans, Roberts y otros habían experimentado antes. Algunos han dicho que Charles Spurgeon fue el último puritano, pero el tiempo demostraría que deberían haber esperado oír al «Doctor» antes de hacer tal afirmación.
La vida del joven Martyn fue bastante tranquila hasta enero de 1910, cuando tenía 11 años. Hasta entonces su padre había sido un hombre de negocios bastante exitoso en su ciudad natal de Llangeitho. Pero aquel año ocurrió algo que cambiaría muchas cosas.
En la oscuridad de la noche estalló un fuego que casi costó las vidas de Martyn y sus hermanos, que dormían en la planta superior. Aunque la familia fue salvada, la mayor parte de los bienes familiares se perdieron. Henry nunca se recuperó totalmente del revés financiero. Casi por accidente, Martyn averiguó poco después cuán desesperada se había vuelto verdaderamente su situación.
Durante sus primeros años de escuela, él llevó esta carga en su corazón. Como resultado, se volvió muy serio para su edad, y muy decidido en tener éxito en su educación y en su vida. «Fue como si él se apartaba mucho de lo que es común a la juventud, y esto le hizo decir alguna vez: ‘Yo nunca tuve una adolescencia’», afirma Ian Murray. Aunque cálido de corazón, Lloyd-Jones siempre llevaría con él una reputación de austeridad y severidad.
Lloyd-Jones fue criado en el metodismo calvinista galés. El término «metodismo calvinista» puede parecer contradictorio, porque los metodistas son arminianos – que enfatizan el libre albedrío del hombre – y los calvinistas dan énfasis en la soberanía de Dios respecto a la salvación. De alguna manera, el metodismo calvinista de Gales buscó lo mejor de ambas posturas.
Entre 1914 y 1916, Lloyd-Jones fue a una escuela primaria de Londres, y luego estudió medicina. Hizo su práctica en el prestigioso Hospital de St. Bartholomew, y fue brillantemente exitoso. Aprobó sus exámenes tan tempranamente que tuvo que esperar para graduarse.
En 1921 comenzó a trabajar como asistente principal de Sir Thomas Horder, uno de los mejores médicos de esos días.
A la edad de 26 años, Martyn obtuvo su diploma de miembro del Colegio Médico y tenía una carrera brillante y lucrativa delante de él. Sin embargo, Dios tenía planes para que fuese médico de almas en lugar de cuerpos.
Conversión y llamamiento al ministerio
Poco a poco, a través de la lectura, su mente fue atraída por el evangelio de Cristo. No tuvo ninguna crisis dramática de conversión, pero llegó a un punto en que se comprometió completamente con el evangelio.
Después de eso, cuando se sentaba en el consultorio, escuchando los síntomas de sus pacientes, comprendió que aquello que muchos de ellos necesitaban no era la medicina ordinaria, sino el evangelio que él había descubierto para sí mismo. Él podría ocuparse de los síntomas, pero la preocupación, la tensión, las obsesiones, sólo podrían ser tratadas por el poder de la conversión. Él sentía cada vez más que la mejor forma de usar su vida y talentos era predicando ese evangelio.